miércoles, 26 de octubre de 2016

Un vistazo a la historia del país



La cultura rusa es un híbrido generado a partir de las costumbres propias de tantas civilizaciones, que conformaron a este gran estado multicultural y el resultado de su desarrollo durante varias épocas. Estando fuertemente arraigada a la cultura de los primeros eslavos orientales.
Históricamente la condición dominante en Rusia, ha sido ocupada por la cultura rusa, la cultura del idioma ruso y la nacionalidad rusa. Esto es parcialmente, porque los rusos constituyen la mayoría de la población del país y porque muchas veces en la historia de Rusia, las culturas de otras nacionalidades se integraron en la cultura rusa a través de la rusificación.

El primer estado eslavo oriental fue la Rus (o principado) de Kiev, que adoptó el cristianismo por la importante influencia del Imperio bizantino en 988, comenzando así la fusión entre las culturas eslava y bizantina que caracterizaría la rusa durante los siguientes siete siglos. El Rus de Kiev se desintegraría finalmente en varios reinos que competirían entre sí por figurar como herederos de su civilización y por el predominio territorial en la zona y que acabaron bajo dominio mongol. El primer estado eslavo oriental fue la Rus (o principado) de Kiev, que adoptó el cristianismo por la importante influencia del Imperio bizantino en 988, comenzando así la fusión entre las culturas eslava y bizantina que caracterizaría la rusa durante los siguientes siete siglos. El Rus de Kiev se desintegraría finalmente en varios reinos que competirían entre sí por figurar como herederos de su civilización y por el predominio territorial en la zona y que acabaron bajo dominio mongol. 


Tras el siglo XIII, Moscovia llegó progresivamente a dominar el antiguo espacio cultural. Llegado el siglo XVIII, el principado de Moscú había llegado a convertirse en el vasto Imperio ruso, abarcando desde Polonia hasta el océano Pacífico. La expansión hacia el Oeste avivó la conciencia rusa de atraso con respecto a los países europeos y acabó con el aislamiento de los primeros tiempos. Los sucesivos regímenes del siglo XIX respondieron a dichas presiones con una combinación de reformismo tímido y represión. El feudalismo ruso fue abolido en 1861, pero en unos términos desfavorables para el campesinado y sirvió para incrementar las presiones revolucionarias. Entre la abolición de la servidumbre y el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914, las reformas de Piotr Stolypin, la constitución de 1906 y la Duma Estatal introdujeron notables cambios en la economía y la política del país, sin embargo, los zares no estuvieron a la altura de las circunstancias para ceder poder autoritario. El último monarca, el zar Nicolás II, reinó hasta 1917.

Vladimir Putin se convirtió en presidente de Rusia. Rusia se convirtió en el exportador más grande de petróleo del mundo fuera de la OPEP y, para sorpresa de cada uno, el clima económico fue mejorando, Moscú podía jactarse de tener más multimillonarios residentes que cualquier otra ciudad excepto Nueva York.
Rusia es un país con una economía emergente, de enorme dinamismo y en constante desarrollo. La modernización y liberalización de su economía e industria es la principal prioridad de las autoridades rusas posible gracias a las importantes entradas de capitales extranjeros y también provenientes de la explotación de materias primas y tecnología. 

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